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miércoles, 25 de mayo de 2011

Jesús me quiere, David Safier

Después de descubrir a este original autor con "Maldito karma" no me quedaba más remedio que leer "Jesús me quiere" y más después de leer la sipnosis:

Marie, una treintañera que vive en un pueblecito alemán, tiene un gran talento para enamorarse del hombre inadecuado. Poco después de darle calabazas a su novio en el altar, conoce a Joshua, un carpintero un poco raro y desaliñado. Joshua es un hombre diferente a todos los que ha conocido antes: sensible, atento, desinteresado.
Pero desafortunadamente, tampoco él es el hombre perfecto: en su primera cita le confiesa que es Jesús.
Al principio, Marie piensa que está completamente loco, pero poco a poco se da cuenta de que su historia es cierta. Se ha enamorado del Mesías, que ha venido a la Tierra poco antes del Juicio Final. Marie deberá hacer frente no solo al fin del mundo, previsto para el próximo martes, sino al romance más descabellado de todos los que ha vivido.

Me parece de lo más curioso que Safier siempre use el punto de vista femenino para escribir sus novelas. En "Maldito karma" la protagonista era Kim, en esta es Marie...y os puedo asegurar, como mujer, que muchas reflexiones que se hacen las protagonistas me las he planteado alguna vez.

Sobre la novela...que decir...me la he leido en un par de noches, me he reido mucho, muchísimo, hasta el punto de despertar a mi pareja...pero es que imaginarme a Jesús bailando salsa o cantando en el karaoke no tiene precio....o que el diablo tenga la apariencia de George Clooney...
También me ha parecido genial la pregunta ¿Por qué Dios necesita que las personas se arrodillen ante él? Tiene algún tipo de trauma que le hace sentirse mejor al ver a la gente arrodillada??

Lectura amena, divertida y sencilla para pasar un rato agradable, ideal como lectura playera.

martes, 24 de mayo de 2011

Las huellas imborrables, Camilla Läckberg

Los que no me conocéis demasiado no sabéis que la culpable de que mi género literario preferido pasara de la novela histórica a la novela negra, no fuera otra que Camilla Läckberg.

"La princesa de hielo" marcó un antes y un después en mi forma de ver a los autores escandinavos y me abrió un mundo nuevo de posibilidades de lectura.
Así que, Camilla, se convirtió en mi "autora de culto", mi preferida, como queráis llamarla...hasta que me di de morros con "Crimen en directo", libro del cual prefiero no hablar ni acordarme.

Y hace muy poquito, gracias a Montse, llegó a mis manos un magnífico libro editado por Maeva (desde aquí os doy las gracias por editar TODOS los libros de Camilla Läckberg) de 526 páginas!!! "Las huellas imborrables".

Lo cogí con miedo y dudas, después del desegaño que tuve con el anterior es comprensible ¿lo leo ya? ¿espero a leer opiniones?¿Será este el libro que hará caer a Camilla del pedestal donde la tengo elevada?
En esos momentos me encontraba yo volviendo a Escocia de la mano de mi adorado Jamie, también conocido como "machote con falda", sobre la página 1500 de "Ecos del pasado" de Diana Gabaldón y como, para que vamos a mentir, el libro se me estaba haciendo pesaaaaaaaado hasta morir, fue la excusa perfecta para empezar el nuevo de Camilla: total, si no me gusta, lo aparco y sigo con Gabaldon.
¡¡ JA!!! Y un pimiento!!! Abandoné por completo a Jamie, dejándolo enmedio de una batalla naval y batí mi propio record personal de lectura: "Las huellas imborrables" devorado en menos de 24 horas.

Con el miedo que me daba llevarme otra desilusión y me he encontrado con Camilla Läckberg en estado puro:

 

El verano llega a su fin y la escritora Erica Falck vuelve al trabajo tras la baja de maternidad. Ahora le toca a su compañero, el comisario Patrik Hedström, tomarse un tiempo libre para ocuparse de la pequeña Maja. Pero el crimen no descansa nunca, ni siquiera en la tranquila ciudad de Fjällbacka, y cuando dos adolescentes descubren el cadáver de Erik Frankel, Patrik compaginará el cuidado de su hija con su interés por el asesinato de este historiador especializado en la Segunda Guerra Mundial.
Mientras tanto, Erika hace un sorprendente hallazgo: los diarios de su madre Elsy, con quien tuvo una relación difícil, junto con una antigua medalla nazi. Pero lo más inquietante es que, poco antes de la muerte del historiador, Erika había ido a su casa para obtener más información sobre la medalla. ¿Es posible que su visita desencadenara los acontecimientos que condujeron a su muerte?


Con esta novela, Camilla vuelve a sumergirnos en los secretos familiares de Erica, la protagonista, y nos abre los ojos ante el diario de su madre, Elsy, esa madre tan lejana y fría de quien Erica siempre se ha quejado.

Además de descubrir muchos secretos (que no voy a contar aquí) tenemos una buena ración de asesinatos y unos cuantos sospechosos, todo salpicado con la dosis justa sobre el nacismo, sin hacerse pesado en ningún momento.

¿Tendrán algo que ver los nazis y los asesinatos recientes con los secretos familiares de Erica? Ahí os dejo eso....

Mi humilde conclusión: 
Libro fascinante desde la primera a la última página, no le sobra ni le falta absolutamente nada, no le cambiaría ni una coma.

"Las huellas imborrables" rivaliza sin problemas con "La princesa de hielo" y deja el listón increiblemente alto para las siguientes novelas de Läckberg.


martes, 3 de mayo de 2011

Kalhúa, decansa en paz

Hoy me permito una licencia...un pequeño homenaje a mi gata, que ya no estará nunca más con nosotros...Espero que me lo diculpéis:

Doce años pasan en un suspiro.
Aún recuerdo la primera vez que te tuve en brazos, una minúscula bola de pelo blanco con los ojos aún cerrados, debías tener dos o tres días de vida.
Maullabas sin parar, estabas delgada, llena de pulgas… no me importó, te metí dentro de mi abrigo para mantenerte calentita y dejaste de maullar.
Fueron 15 días “horribles”: biberones cada tres horas, maullabas sin parar si no estabas en mis brazos. Pero eras tan preciosa…la primera vez que me miraste, con esos ojazos azules, sentí que me derretía: mi gata preciosa, mi Kalhúa.

Fuiste la primera integrante de mi pequeña familia: éramos tú  y yo, nadie más. Después llegaron los demás: tu “hermano-perro” Mágnum, tu “padre” Fran, tus “hermanos-humanos” Erin y Unai….Perdiste protagonismo sin quejarte, nunca.

Compartiste mi cama, después te fuiste a la cocina…te adaptaste. Lo único que pedías era una caricia de vez en cuando.

Hoy me doy cuenta de lo efímero de la vida, tenía una lata de comida reservada para esta noche: salmón, tu preferida. ¿Por qué no te la di ayer? ¿La semana pasada?

La tengo en la mano, tú ya no estás…No volverás a llamarme cuando  me levanto de madrugada a la cocina, no me llenarás de pelos blancos las medias, no maullarás cuando necesites una caricia ni te enroscarás entre mis piernas cuando yo necesite una tuya….

Has estado doce años acompañando a esta humilde familia, gracias…mil gracias por darme todo el amor que nos has dado, sin reclamarme nada, sin condiciones….

Descansa en paz, mi preciosa Kalhúa, estés donde estés.